lunes, 7 de abril de 2014

PAN BLANCO O PAN INTEGRAL


El pan blanco se inventó en la era de la industrialización porque al pretender almacenar la harina molida se vio que se estropeaba enseguida y que si se le quitaba el germen y la cascarilla esto no sucedía.
El pan blanco no nos ofrece más que hidratos de carbono y proteínas incompletas, mientras que el pan integral aporta numerosas vitaminas, minerales, enzimas, proteínas más completas, hierro y ácidos grasos.
Es importante saber que el verdadero pan integral se hace con el grano molido completo con la cáscara y el germen y se fermenta con la levadura madre, se distingue por su sabor , la textura es más compacta y el color marroncito que tiene, no debemos confundirlo con el pan blanco al que han añadido salvado, lo mejor es comprarlo en las tiendas de dietética.
Los cereales integrales y el pan elaborado con los mismos, han sido desde tiempos inmemoriales, el alimento básico del ser humano. Desde hace relativamente poco tiempo comenzó a prepararse el pan en su forma actual: con harinas blancas o refinadas y con numerosos aditivos.
Recientes investigaciones médicas concluyen que una buena parte de las enfermedades contemporáneas tienen su principal orígen en el régimen alimenticio. Basicamente por la supresión de las fibras vegetales en particular de los cereales. Por esto, los productos preparados con harinas integrales, y que no poseen aditivos ni conservantes, son ideales e irremplazables para el organismo. Constituyen un elemento básico para la conservación y restitución de la salud.

Además del pan blanco y del integral existe una gran variedad de panes que contienen otros cereales, os dejamos unos ejemplos:

El pan de centeno tiene menos proteínas y grasas, pero más hidratos de carbono y fibra que el pan de trigo. Este tipo de pan resulta más oscuro y compacto que el resto por su bajo contenido en gluten. Es muy recomendado para diabéticos y personas con colesterol alto, también es muy eficaz para combatir el estreñimiento.

El pan de avena es muy nutritivo y energético, rico en proteínas, vitaminas del grupo B y minerales, en el que destaca el magnesio. Se aconseja para estados depresivos, convalecientes, anémicos y en casos de retención de líquidos por su efecto diurético.

No obstante, la avena no es verdaderamente panificable sola, por lo tanto debe añadirse al menos la mitad de harina de trigo para elaborar el pan.

La espelta, es una variedad de trigo que actualmente está muy en auge, sobre todo en la panadería ecológica, por su resistencia, ya que no necesita abonos.

El pan de espelta resulta muy rico en fósforo, magnesio y calcio. Es un alimento nutricionalmente equilibrado y muy asimilable por el organismo.

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